sábado, 4 de julio de 2009

TIPOS DE ALERGIA

La alergia a los alimentos es una respuesta inmune exagerada del organismo cuando entra en contacto con el alergeno alimentario. Estas sustancias capaces de provocar una reacción alérgica se conocen como sustancias alergénicas o alérgenos.
No se debe confundir la alergia a alimentos con la intolerancia a los alimentos, que es la incapacidad de consumir ciertos alimentos o nutrientes sin sufrir efectos adversos sobre la salud. Los efectos pueden ser más o menos rápidos sobre la salud. La intolerancia a los alimentos se distingue de las alergias en que estas últimas provocan una respuesta del sistema inmune, activando la Inmunoglobulina E (IgE) u otros mecanismos inmunes; y las intolerancias se deben en general a déficit enzimáticos que impiden la adecuada metabolización del nutriente.

**Alergia al polen (polinosis, arcaicamente "fiebre del heno")

La alergia al polen es la reacción excesiva que se puede dar en el organismo en determinados casos frente al contacto o exposición que se puede dar con el polen de las plantas, cuando las plantas desempeñan la polinización en determinados tiempos del año.
Generalmente la alergia al polen se puede dar a cualquier edad (como las demás alergias). Se da en personas de menor edad siendo la máxima prevalencia 14-24 años.
Generalmente los síntomas son:
*Congestion Nasal
*Estornudos
*Irritación en los Ojos
*Dificultad Respiratoria
Se trata generalmente con el uso de antihistamínicos o descongestionantes o se puede optar por una Fitoterapia que reduce los efectos colaterales de algunos de estos antihistamínicos o descongestionantes.


Los excrementos de los ácaros y los ácaros muertos son los factores desencadenantes más comunes de la alergia perenne y de los síntomas del asma; se dispersan en un polvo fino que es inhalado por los habitantes del recinto donde se hallan. Los ácaros del polvo, que son los que se hallan en los entornos domésticos, se encuentran por toda la casa. En las habitaciones los ácaros se alimentan de escamas de piel humana o animal. Una persona desprende un total aproximado de un gramo de piel al día. Los ácaros abundan en colchones, mantas, almohadas y sofás, ya que son dermatófogos. Se desenvuelven en condiciones óptimas con temperaturas superiores a 20ºC y humedades comprendidas entre el 70 y el 80 por ciento. En altitudes superiores a los 1.100 m sobre el nivel del mar los ácaros dejan de tener buenas condiciones de vida. A esto se debe que las regiones montañosas se hayan considerado desde siempre lugares para combatir las alergias y el asma.
Viven entre dos y tres meses, en los cuales realizan una o dos puestas de huevos, las cuales suelen contener entre 20 y 40 unidades. Los periodos más propicios para la reproducción son la primavera y el otoño.
Los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo pueden incluir congestión o goteo de la nariz con estornudos (particularmente en la mañana), picazón y lagrimeo de los ojos, tos, silbido al respirar y enrojecimiento de la piel.
Los alergénicos de los ácaros son bien conocidos. Los antígenos major son Der p1 (D. pteronyssinus), Der f1 (D. farinae) e Eur m1 (Euroglyphus maynei).
Para que se dé una sensibilización a los ácaros, es necesario una tasa de antígeno Der p1 superior o igual a 2 micras por gramo de polvo doméstico. Se calcula que la sensibilización a los ácaros está entre el 10 y el 20 por ciento de la población general; son los responsables de la mayoría de los casos de alergias nasales y asma alérgica perenne. También tienen un papel importante en la dermatitis atópica. Se han descrito algunos casos de anafilaxia por ingestión de alimentos contaminados por grandes cantidades de D. farinae, harinas, pizzas, pescado y legumbres, entre otros.



**Alergia a las picaduras de ciertos insectos (por ejemplo: abeja)



**Alergia a los animales

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